Convence al mejor amigo de su hermano para que la ayude a detener una guerra. Pero ¿acabarán provocándola en su lugar?
Kyla Grant creía que su padre, el legendario Alexander Grant, era invencible, pero su roce con la muerte la hizo cambiar de idea. Todo el clan sigue conmocionado por la herida que Alex recibió en la batalla cuando surge una nueva amenaza por parte de sus antiguos rivales, el clan Buchan. Kyla, convencida de que los Grant no pueden afrontar otra contienda más, busca desesperadamente una solución pacífica. Su plan consiste en apelar personalmente a la única hija viva de Buchan, Davina, pero sabe que sus padres jamás le permitirán arriesgar su seguridad.
Finlay MacNicol siempre está dispuesto a bromear, pero la vida nunca le había dado menos motivos para hacerlo. Su madre se está muriendo y una nueva batalla se avecina. Cuando su laird reúne a un grupo de guerreros para una misión de reconocimiento en tierras de los Buchan, Finlay cumple con su deber y se une a ellos. Cree que sabe lo que se puede esperar de aquella misión, pero, ciertamente, no imagina que Kyla se infiltrará en ella ni que su laird lo asignará como su protector. La belleza de Kyla siempre había impactado a Finlay, pero su valentía y dulzura no tardan en despertar en él sentimientos más profundos.
Después de visitar a Davina, Kyla está decidida a rescatar a la muchacha de las garras de su abusivo padre. Finlay acepta ayudarla, pero existe el riesgo de que acaben causando una guerra en lugar de evitarla.