Deben confiar el uno en el otro; o atenerse a las consecuencias.
Chrissa Grant no es el tipo de muchacha a la que le guste quedarse en casa. Cuando se avecina una batalla crucial entre Robert Bruce y los ingleses, ella sabe exactamente dónde quiere estar: luchando con sus primos mayores, el grupo conocido como las Espadas de las Highlands. Por eso, cuando se le ofrece la oportunidad de participar en el esfuerzo bélico, acepta encantada, sobre todo porque podrá trabajar con Drostan. Los dos han practicado codo con codo durante años, soñando con el día en que por fin puedan defender a su clan.
Al embarcarse en la aventura más peligrosa de sus vidas, la amistad de Chrissa y Drostan se convierte en algo más profundo y fuerte. Para Drostan, es un sueño hecho realidad; ha amado a Chrissa prácticamente desde el mismo momento en que quiso ser un guerrero Grant. Pero una fuerza oscura se cierne sobre el clan Grant y amenaza con engullirlos.
La capacidad de supervivencia de Chrissa y Drostan depende de la fe que tengan el uno en el otro, y no deben fallar. El destino del Clan Grant pende de un hilo.